La pesadilla Trump (3-...)

Los acontecimientos se van desarrollando a gran velocidad en el tema Trump-México. Hoy aparece un vídeo de Peña Nieto advirtiendo que México no pagará el muro.

Pero las cosas se ponen difíciles para los mexicanos que viven allí y que envían remesas de unos 26 mil millones de dólares al año —esa fue la cifra de 2016.

Ahora el Sr. Trump dice que eso es lo que servirá para pagar el muro. Que si éste tiene un costo de 10 mil millones, se recuperará ese dinero reteniendo parte de lo que los mexicanos estarán enviando de los EEUU a México; se retendrá de las sagradas remesas, que nadie se ha atrevido a tocar, jamás.

La medida sería a todas luces, a nivel internacional, en las cortes internacionales y universales, en cualquier parte, completamente un atentado a los derechos humanos básicos y al capitalismo en sí. Pero, ¿lo puede hacer? ¡Claro que sí! Lo puede convertir en ley, porque tiene a todo el aparato legislativo a su favor.

Peña Nieto, en su vídeo, vuelve a afirmar que solo se aceptarán las condiciones del TLC revisadas si estas también favorecen a México.

Me gustaría leer, de ambas partes, algo así como un TLC que esté a favor de todas las partes. Un tratado comercial que pueda beneficiar a todos. No es tan difícil; es cuestión de voluntad, de imaginación y de hacer las cosas justas o dejar que se acomoden progresivamente.

Unos países, por sus territorios, sus tradiciones y costumbres, pueden producir mejor y a menor costo algunos productos o proveer algunos servicios, que otros países. Si dejamos que las fuerzas de la producción sean las que determinen ese tipo de comercio, es muy probable que el resultado sea efectivamente favorable a todas las partes.

Lo que descompone las relaciones del buen comercio es la introducción de factores artificiales, llamados medidas proteccionistas. Durante muchos años, México se mantuvo en una situación de ciclos de crísis monetaria —de divisas— sufriendo constantes devaluaciones.

El tipo de devaluación que el país sufre ahora (2017, enero) no tiene nada qué ver con las devaluaciones que lo fueron por falta de divisas. El peso flota frente a todas las monedas del mundo. El valor del peso frente a todas las monedas está determinado por la ley de la oferta y la demanda.

El Banco de México, a veces interviene para evitar subidas demasiados abruptas, pero detiene su intervención cuando nota que las fuerzas del mercado son demasiado fuertes. Esas intervenciones consisten básicamente en lanzar al mercado libre divisas de la reserva.

Fueron los sexenios de Fox y Calderón los que aumentaron las divisas en la forma más fuerte que jamás sucedió en la historia del país. Fox recibió un fondo de 22,000 mdd; Calderón recibió un fondo de 65,000 mdd; Peña Nieto recibió arriba de 175,000 mdd y, a 4 años y fracción, está en alrededor de 195,000 mdd. Las proporciones de devaluación están más o menos en esos niveles.

Esas divisas se forman porque las leyes mexicanas empujan a que todo pago que se haga del extranjero a un mexicano, sea transformado en pesos mexicanos; el Banco de México entrega pesos (vende pesos y compra los dólares). Las divisas que los mexicanos que están en EEUU envían son parte de las que finalmente van aumentan las reservas. Si solo en un año (2016) se enviaron 26,000 mdd, es obvio que durante el tiempo que ha estado Peña Nieto en el gobierno, muchas cosas han sucedido que han impedido el crecimiento de la reserva. Es exactamente la misma base que ha provocado la devaluación.

Muchos factores influirían en contra de la divisa mexicana:

  1. El precio del petróleo
  2. Impedir inversiones por Trump (Ford, Carrier, etc.)
  3. Retención de divisas por Trump (para el pago del muro)
  4. Disminución de mercado libre para México por Trump (revisión del TLC)
  5. Encarecimiento de la producción en México por Trump (revisión del TLC provoca que se pongan aranceles a productos para la industria)

El resultado es un futuro desastroso para el consumidor medio en México. Cada vez tendrá que pagar más por productos que ya estaban a precios competitivos en las cadenas distribuidoras (Chedraui, Soriana, Comercial, Costco, Sam’s Club, Walmart, Superama).

Esperemos que los años en el TLC haya provocado la producción de alimentos saludables (soya, frijol, maíz, legumbres, frutas, etc.) en México. Supuestamente el TLC exigió ciertos procesos para perfeccionar la calidad de los productos y competir, así, en el mercado de EEUU. ¿Sucedió? Todo parece indicar que sí.

Pero, ¿cuál era el mejor camino? ¡el que estábamos siguiendo! Ese era el mejor camino. Los ajustes que se van a provocar resultarán en más lento crecimiento en México; la falta de crecimiento se traduce en oferta baja de empleos o reducción de paga por los empleos que se ofrezcan.

Las cuentas alegres son las que hacen algunos buscando en los robos de los políticos la “causa” de los males del país. Es cierto que los políticos encuentran maneras de hacer que más riqueza les llegue a los bolsillos; no les basta con los elevados sueldos que ellos mismos se dan. Pero esa no es ni remotamente la causa de los males. Un mexicano, en promedio, “paga” por todos los diputados, una “cuota anual” de $9.63 (nueve pesos con sesenta y tres centavos), al año. Sí, es cierto, ya multiplicado por todos es una gran cantidad; pero es como una “lotería” que el político “gana” a través del proceso de llegar a la elección y luego de “ganarla”.

Pero allí no está el problema, sino en la baja productividad mexicana en total. El costo país es demasiado elevado; casi la mitad de lo que las empresas pagan en el concepto de salarios, se va en impuestos que se retienen y en cuotas para el seguro social. Pero en esto, México no es diferente a la mayor parte de los países del mundo, excepto que el servicio que en otros países —sobre todo los de primer mundo— se da por la medicina pública es en varios órdenes de magnitud superior al que se da en México, en donde muchos mexicanos acaban pagando doble cuota: la que por ley deben dar al Seguro Social y la que erogan para pagar los gastos médicos particulares por falta de confianza en lo que ofrece el Seguro Social.

Sí, no hay duda, tenemos muchos problemas y la Trump-adas no nos ayudan en nada. Ya veníamos con dificultades; ahora estas serán aún mayores.

Todo depende de lo que se pueda negociar para salvar dos cosas:

  1. Respeto a los envíos de mexicanos
  2. Beneficio mutuo justo en el TLC

¿Va a suceder? Viendo la forma de actuar de Trump, es difícil.

Caso Rosas Moya-Trump.- Puede tratarse —no lo sabemos— de un intento más de Trump —ha tenido muchos a lo largo de su vida— de aprovecharse de algo para ganar más en alguna operación. Los 26 terrenos de Playa del Carmen son bastante atractivos. Ojalá nos explique con cuidado el empresario Rodolfo Rosas Moya los detalles del asunto y, desde luego, que al hacerlo, sea con estricto apego a la verdad del asunto.

Comentarios