Manuel Bartlett Díaz, una pesadilla a la mexicana

No está solo. Por desgracia hay muchos que lo acompañan en esa posición que algunos no logramos entender sino como "ruido" para impedir que los que democráticamente —y con mucho trabajo— han logrado el poder ejecutivo, salgan adelante haciendo posible para esta nación lo que debería ser.

Bartlett es, de los "trasnochados", el cual más. Bartlett Díaz incita a un mal humor con ansiedad. Claro, estos son estados personales. Algunos no verán tan terriblemente desesperante la actitud del tipo, otros sí.

Bartlett Díaz habla de rescatar a México. Y eso exactamente lo que se hizo durante estos últimos 13 años: rescatarlo de las garras de la ineficiencia populista. México fue trabajosamente rescatado. Y el rescate, hasta este momento, solo ha podido ser parcial. Y ahora, en este preciso instante —diciembre 2 de 2011— nos encontramos en el inminente peligro de que el rescate se vaya para atrás. Es exactamente eso lo que sucedería si gente como Bartlett Díaz volvieran a tener el poder en México.

Dice Bartlett que el PRI se ha derechizado. Esa fue la palabra exacta que usó. Es decir, según Bartlett, el PRI se ha ido a la derecha. Y lo afirma el tipo porque el PRI —Peña Nieto y los altos de hoy— decidieron que no demandarían en La Haya al presidente Calderón porque consideran que es correcto lo que está haciendo, además de que está dentro de sus "atribuciones". Y esto no es exacto: no sólo está dentro de sus atribuciones, sino que es una obligación absoluta la que tiene Calderón de obedecer la ley. En este caso, la acción determinada de combatir frontalmente a las bandas del crimen organizado es una obligación que tendría cualquier persona que ocupe algún puesto ejecutivo, con policía bajo su mando. En el caso de Calderón, él es, como presidente, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la nación mexicana. Y como tal está obligado a usar toda la fuerza del estado para evitar que la sociedad se convierta en una putrefacción completa con la corrupción física y mental que la promoción obligada de drogas de fuerte adicción continúe proliferando.

Dicen que "ha sido un fracaso". ¿Por qué lo dicen? Porque solo decirlo, se convierte en cita mediática. Se le llena la boca al poeta de la protesta cuando lanza su diatriba contra la autoridad que combate al delincuente, en vez de atacar verbal e inteligentemente al delincuente que mata a hijos e hijas como el suyo. La gente parece a veces ser bastante estúpida. Me propuse no encabronarme demasiado al escribir esto. Pero es difícil: es demasiado idiota la tendencia que, en vez de cooperar con la autoridad que cumple con la ley combatiendo la delincuencia, levanten ruido contra esa autoridad para, efectivamente, confundir a la ciudadanía. ¿Qué es lo bueno? ¿Qué es lo malo? Entonces, ¿está correcto infringir la ley? ¿Por qué yo no puedo infringir la ley? ¡Ah, entonces sí puedo infringir la ley! En fin que, si lo hago, ¡saldrán poetas a defender que no se me aplique castigo alguno!

Y allí está Bartlett, pidiendo que se engrandezca la demanda contra Calderón en La Haya. La realidad es que el Ejército Mexicano, considerando la cantidad de acciones que he emprendido con la cantidad de veces que se pudo haber equivocado, la conclusión es que ha hecho las cosas bastante bien. Ellos no se refieren casi jamás al Ejército. Tratan cuidadosamente de echarle toda la culpa a Felipe Calderón. Si el Ejército a veces ha violado derechos humanos, ¡es por culpa de Calderón! Eso dicen los Bartlett y sus compañías.

A Bartlett Díaz se le llena la boca cuando pronuncia "lucha social". A pesar de que en el Senado y en el Congreso no se han aprobado las leyes que debieron haberse aprobado, Bartlett insiste en que ni las pocas aprobadas debieron haberse aprobado. Que solo se aprobaron porque "las cúpulas del tricolor" se impusieron y obligaron a los demás miembros a votar en el sentido que lo hicieron, "en contra de los principios de las luchas sociales".

Hoy los mexicanos estamos sufriendo las consecuencias, como nación, de esas "Luchas Sociales" del priismo a ultranza del siglo 20. La estructura de costos de la CFE es producto de esas "luchas sociales". El sindicato tiene privilegios y la sociedad mexicana debe pagar por esos privilegios. Por eso tenemos uno de los costos de energía eléctrica más altos de planeta. Y los tenemos con energéticos abundantes en el país. Una gran parte del costo de producción de la energía eléctrica la pone el gobierno federal. Eso, ¿nos conviene como nación? Claro que no: pero es una "lucha social" más, según lo diría Bartlett.

PEMEX es el otro "Frankenstein" que los mexicanos hemos heredado del "centro izquierda" al cual Bartlett y los suyos quieren "rescatar" a México.

Según Bartlett, el país "se está hundiendo", cuando la realidad es que México jamás en toda su historia había tenido más fortaleza en todos los indicadores fuertes de la economía, finanzas y solidez del gobierno en materia de responsabilidad fiscal que como está hoy. Todo lo que se había fraguado y que no había funcionado bajo los gobiernos populistas y corruptos del PRI, ahora está funcionando y dando excelentes frutos. Un ejemplo es el Infonavit: jamás, en toda su historia desde su creación, se habían hecho en México más viviendas que las que se lograron en los últimos 10 años. De hecho, 1 de cada 4 casas existentes en el país entero, en toda su historia, se hicieron durante los últimos 10 años.

Es muy difícil entender lo que Bartlett Díaz quiere significar con el término "rescatar a México". ¿Quiere regresarnos al México de las crisis de cada 6 años? ¿Quiere que los mexicanos seamos cada vez más pobres, pagando una deuda nacional adquirida por gobiernos corruptos para pagar su "oportunidad" revolucionaria? ¡Qué difícil es, de verdad, este país nuestro! Es el lugar del mundo en donde más abundan los expertos en la conversión de las mentiras en verdades y viceversa.

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