Elecciones 100% electrónicas y totalmente justas

En nuestro sitio, Artículo 7, estamos ahora recibiendo votos libres para "medir" en forma estimada, sin todos los requisitos estrictos, quién sería el candidato más aceptado por ciudadanos —lectores de A7, que visitan regularmente nuestra página— para representar al partido Acción Nacional en la próxima contienda para renovar autoridades del gobierno de la cuidad de Mérida.

Al hacer esta "encuesta light", nos damos cuenta de que, a pesar de los problemas que habría que resolver técnicos, es algo totalmente factible y debería ya implantarse en vez del engorroso y costoso proceso electoral que se monta en cualquier elección "moderna".

Computadoras, hoy, las hay por todos lados. Hasta el ciudadano más alejado de un centro urbano, tiene acceso, una o dos veces por semana, a un lugar en el cual podría hacer uso de su facultad de votar electrónicamente —contando ya, desde luego, con su credencial de elector.

Debo decirles a mis 3 lectores que, por mi parte, yo no estoy por continuar manteniendo el sistema de representación y de 3 poderes que ahora tenemos. Más bien, soy radical y me gustaría que se hiciera un cambio radical. No creo ya más en la representatividad de los llamados diputados o senadores. Tampoco creo en los gobiernos que tienen a un individuo en una especie de cumbre jerárquica en torno al cual giran los demás: presidente, gobernadores, alcaldes y todo tipo de burócratas.

Sin embargo, en este momento no se vislumbra un cambio radical para acabar con ese tipo de gobiernos. Entonces, por lo menos, hagamos un proceso electoral que tenga la posibilidad de incluir a muchas personas para ese solo puesto al cual, finalmente, solo llegarán los que efectivamente hayan logrado atraer interés de los ciudadanos.

¿Qué pasa si se prohíbe cualquier forma pública, masiva, de promoción de un candidato? A ver, pensemos, por ejemplo, en un puesto para el cual podrían votar pocos ciudadanos. Pensemos en un diputado estatal o local. Pensemos que lo que vamos a sugerir aquí está tomando en cuenta que la única forma de aviso es de boca en boca, de persona en persona o vía los mecanismos ya existentes en Internet: redes sociales, periódicos, blogs, etc.

Hoy existen maneras de servir una página de Internet según el lugar en el que se encuentre ubicada la persona que está solicitando esa página. Pero olvidemos eso. Concentrémonos en una identificación informática personal. Sí, algo como la famosa credencial de elector, pero más segura. Estoy en el entendido de que la última credencial de elector tiene vinculada a su registro, en la base de datos, los dígitos de la persona —las huellas dactilares del elector.

Supongamos que la credencial de elector tiene ese vínculo con las huellas dactilares de la persona. Esto haría que al llegar la persona a una computadora, para votar, no solo lea los dígitos de su credencial de elector, sino que, además, coloque en un lector de huella dactilar alguno de sus 10 dedos. En ese momento, el sistema hará un cálculo interno y determinará si la huella dactilar leída tiene altas probabilidades de pertenecer a la credencial de elector dada. En caso afirmativo, entonces se le permitirá votar: se abrirá la página.

Pero lo página que se abrirá solo mostrará las opciones electorales a las que tiene derecho el individuo identificado. Regresando a nuestro ejemplo de "diputado local", ahora tenemos que se le exponen unas 2 o 3 votaciones a las cuales "tiene derecho" y, para nuestro ejemplo, escoge la de "diputado local".

El sistema le presenta la lista de nombres de personas que están inscritas o registradas intentando convertirse en "el o la representante legislativo". Si se encuentra entre las fechas válidas para tal efecto, la persona, ya plenamente identificada para poder votar, también podría ser votada. Por lo tanto, esta misma persona podría decidir, en ese momento, en agregarse a la lista de precandidados.

De ser ese el caso, la persona pasaría a una página en la que se le expondrían diferentes cuestionarios que podría escoger responder o no. Algunos cuestionarios serían preguntas abiertas, otros serían preguntas para escoger una entre varias alternativas. El caso es que la persona tendría un trabajo que debería realizar. De lo contrario no podría participar.

Al terminar estas preguntas, según el sentido en que las haya respondido, el sistema mismo calcularía una categoría y lo colocaría con un valor o una gráfica que podrían, los electores, ver de reojo para saber cuáles son los candidatos que ellos estudiarían más a fondo. La categoría del candidato sería el resultado de sus respuestas. Las respuetas abiertas servirían para que tenga la oportunidad de especificar en forma extensa asuntos que podrían requerir, para los electores, más detalles para llegar a conclusiones.

El votante que no tenga interés en ser candidato solo llegaría a estudiar cuidadosamente todas las opciones que se le habrían presentado. Al ver las categorías en que las respuestas de los candidatos estarían, el elector leería con detalle las respuestas abiertas dadas por los candidatos que más le interesen y solo en el caso de verse en la necesidad de hacer comparaciones cuidadosas entre lo que unos y otros asentaron en sus descripciones de motivos y plataformas.

Un sistema de este tipo exigiría que las elecciones se realicen durante un periodo de tiempo bastante prolongado: estamos hablando de dos a tres meses. Durante este tiempo el electorado estaría, en todo momento, viendo el avance de cada uno de los candidatos. Los electores muy convencidos de sus candidatos, al verlos bajos, podrían hacer uso de su calidad de ciudadano para tratar de promover, entre otros ciudadanos, a los candidatos que ellos mismos han escogido. Los ciudadanos tendrían acceso a escribir acerca del ciudadano por el cual han votado, alguna reseña que sostenga su voto y que conmine a otros a votar por la misma opción.

Todo esto estaría sucediendo durante una primera vuelta. En todo momento cualquier elector podría llegar y cambiar su voto. Al hacerlo, cualquier comentario que haya puesto, positivo por el candidato al cual le está quitando su voto, quedaría marcado con la cantidad de votos cancelados a favor de otros candidatos. La lista también estaría disponible.

El tiempo de la primera vuelta de la elección marcaría el resultado final. Solo quedarían los candidatos que hayan logrado 10% o más de votos en esa primera vuelta. Los que no hayan alcanzado 10% o más, quedarían descartados para la segunda vuelta. Teóricamente solo se contaría, para la segunda vuelta, con un máximo de 10 candidatos. La mayor parte de las veces serían menos.

Habrá 3 días para que los candidatos que quedaron en la primera vuelta (10 o menos) renuncien a sus votos y se los transfieran a uno de los otros aún activos en la lista. Esta acción de 3 días podría ser refinada también a que participaran en este "reparto de votos" entre todos los que participaron que hayan recibido algún límite de porcentaje: 2%, 5%, o algún porcentaje determinado.

En estos 3 días de votación entre los candidatos, habría un resultado. Podríamos pensar que si uno de los candidatos queda con 50% + 1, será ese el candidato ganador y no será necesaria una segunda vuelta.

También se puede refinar a que durante esos 3 días existan reglas: 1) ¿podrán ceder sus votos solo para candidatos que tengan más votos que ellos o lo podrán hacer también para candidatos que tengan menos votos que ellos? 2) ¿Podrán cambiar el sentido de su entrega de votos? ¿Cuántas veces? 3) ¿Qué pasará con los votos de uno que tenga muy pocos pero suficientes para que alguno de los que tienen más llegue a la mayoría? ¿Estará obligado a entregarlos? (Probablemente libertad de entrega sería la forma más decente de hacerlo.

Por cierto, durante estos 3 días los votantes que hayan colocado efectivamente sus votos, tendrán derecho a opinar o a emitir opiniones o mensajes dirigidos a los minoritarios para tratar de que estos hagan lo que la mayoría de los que votaron por ellos les digan. De hecho, sería incluso factible pensar en una elección interna para transferirle al candidato por el cual votaron cuál es el de mayor votos que ellos aceptarían. ¿Estaría obligado, por ley, a obedecer la elección interna y entregar su voto al que le ordene la mayoría de sus votantes? Como es algo que se estará viendo en vivo en todo momento, es factible pensar que al momento mismo de que uno de los candidatos llegue a ese 50% más 1, el proceso podría darse por concluido, sin derecho a cambios posteriores. Sin embargo el ganador siempre procederá de 50% o más de los electores.

Finalmente, también es posible instituir que los que participaron y votaron por los que quedaron con proporciones bajas, durante esos 3 días ellos mismos procedan a cambiar los votos a los de sus preferencias y, los 3 días siguientes, le dejen esa prerrogativa al candidato en sí.

¿Es posible?

Sí es. Como siempre, depende de la suavidad y disponibilidad de la gente y de los que están en medio de los procesos de cambio. Hoy por hoy, lo único que podemos hacer es dejar este artículo aquí, abierto a que pasen a votar en el sentido que les parezca.

Si has leído hasta aquí, puede ser que esto te parece interesante. Entonces, invita a otros a que vengan y lo lean. Esta encuesta solo admite 1 votante por IP y 1 votante por ID de cookie.

La negatividad

Evita comentarios como "no se puede, la gente de los pueblitos..." porque son visiones con una óptica corta, además de que probablemente no tengas las estadísticas correctas para ellos.

Piensa que el costo de una simple elección de "papel", como las que se hacen ahora, sería suficiente para dotas a cada pequeña ranchería de un dispositivo —computadora, tableta, teléfono— adecuado para que los 6 o 7 habitantes de la ranchería más pequeña y alejada de lo urbano tenga un lugar a donde acudir para emitir su voto.

Piensa también que ese costo de la elección de papel también es suficiente —y hasta sobraría— para poner a cientos de personas a capacitar a lo largo y ancho del país a todos los potenciales electores para el día de la primera elección que se dé.

Los cambios imposibles son solo los que no se hacen porque se dice que no son posibles. Para cambiar algo solo se necesita cambiarlo y dejar de argumentar por todos lados que "no se puede".

"Me gusta"

En las redes sociales como Facebook, solo puedes decir que alto te gusta. No puedes decir que algo no te gusta. Lo que estamos sugiriendo aquí puede no interesarte. En ese caso, déjalo en paz y sigue tu camino. Esto es para los que tienen una visión positiva de nuestras potencialidades como seres humanos libres.

El lugar está abierto para que entregues tus sugerencias. Si no tienes algo bueno para decir, te agradeceremos vayas por otro lados. Si tienes alguna sugerencia para mejorar la sugerencia, hazlo, por favor. Eso es lo que necesitamos.

Recordando: el sistema debe cambiar

Esto puede darle unos años más de vitalidad a nuestro sistema de representación, pero no debe sino convertirse en el camino para finalmente generar un sistema de auto gestión en vez de un sistema de gobierno en el que le entregamos el poder a esos que llamamos burócratas la mayor parte de las veces,en forma despectiva, aunque lo únioc que hace es tratar de obedecer las leyes que se les encargan.

Al principio de esta sugerencia se planteó el hecho de que creemos que la representatividad ha quedado agotada. Sin embargo, un sistema como el sugerido aquí, repetimos, puede darle un tanto más de vitalidad y sugerir el cambio de paradigma que nos daría un sistema más justo y equilibrado para gobernarnos.

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