Calderón en "Tercer Grado"

El programa fue en vivo, la noche del miércoles 28 de marzo de 2012. Los duchos de la TV nacional se sentaron, todos en bola, frente al presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, y le preguntaron, libremente, lo que les dio la gana exactamente. Nada preparado, nada previsto. Ellos preguntaron lo que les vino en gana, en el tono que les vino en gana, y el presidente respondió en la misma forma.

Los entrevistadores fueron: Joaquín López Dóriga, Carlos Marín, Carlos Loret de Mola Álvarez, Adela Micha, Denise Maerker, Ciro Gómez Leyva y Brozo, vestido de civil. El coordinador de las entrevistas fue el mismo director de todos los programas Tercer Grado de cada semana.

La entrevista completa se puede ver en: Primera Parte Tercer Grado con Calderón.

Como ahora suceden las cosas, el video de ese programa ya está en YouTube. Hay varios vídeos. Cada uno es una parte de los 120 minutos completos que duró el programa. También puede verse en la Aplicación para el iPad llamada Televisa. Es fácil localizar las copias —de no muy buen calidad— de YouTube haciendo una búsqueda Google con los términos “Felipe Calderón Tercer Grado”.

Pero quizás lo más interesante para el estudio del fenómeno socio-político mexicano, sea la lectura cuidadosa de los comentarios —totalmente libres— acerca del video y su contenido.

Evidentemente, Calderón salió airoso. Se le nota en todo momento un plante que solo proviene de una persona que sabe exactamente de qué está hablando. Sus comentarios son sencillos, como los de cualquier reunión entre amigos. Pero lo que dice, ¡no se lo esperaban muchos de los que han visto esta edición especial de Tercer Grado! Desde luego, esa *sorpresa" no se hizo esperar en el sentido de los comentarios. Aquí damos nuestra opinión de lo que percibimos en esos comentarios.

El adversario radical. No se la cree. Tiene que forzar su crítica y recurrir al uso de adjetivos peyorativos —lo de siempre— porque, en el fondo —y con mucha rabia y coraje interno— no puede soportar que Calderón demostró ser un verdadero estadista, no solo en los resultados de su sexenio sino en la manera de verlos, él mismo, y de explicarlos. El adversario radical lo insulta y acusa a los entrevistadores de ser cómplices de esta imagen imposible de Calderón. El radical insulta y vuelve a insultar: no pueden tolerar el suceso. (Con solo leer estos comentarios, sin ver el video, uno sabe que debe verlo para entender al presidente que México está teniendo entre 2006 y 2012).

El sorprendido. Se trata de personas que percibían de Calderón lo que el mismo Calderón, en la entrevista, llama —a invitación de algún entrevistadora— “mal trato mediático” a su gestión. Ven el video con buena voluntad —o con la mente abierta— y se encuentran con un Señor Presidente y así lo expresan, dejando ver que no se lo esperaban. Son comentarios positivos que dejan entrever que antes de ver el video, ellos o ellas pensaban diferente. Conocieron realmente, por primera vez, al presidente de México 2006-2012.

El Anti Periodistas. No faltaron múltiples comentarios de personas que aprovecharon la ocasión para lanzarles una lluvia de adjetivos nada positivos a los periodistas, burlándose de ellos porque consideran —los que comentan— que por fin, les dieron su merecido. Reflejan un sector del público mexicano que en alguna forma se desespera por el sistema unidireccional de información. En sus comentarios reflejan la imagen que, en esta ocasión, se llevaron los periodistas.

Los calderonistas. Muchos lo son sin saber por qué —hasta allí ha calado la daga punzante de la información siempre tendiente a degradarlo. En sus comentarios manifiestan una gran emoción, porque finalmente pueden recordar por qué siempre han sido calderonistas y lo seguirán siendo con más emoción y convicción. Estos comentarios se mezclan con los anteriores y corresponden a una proporción más o menos equilibrada.

La minoría. Perdidos entre los demás, de pronto se encuentra un comentario que expresa satisfacción por que ella o el siempre lo había dicho… Solo han visto en la entrevista lo que siempre han sabido de Calderón y han disfrutado el desarrollo del acontecimiento de 120 minutos.

Esa misma mañana, Calderón había estado en su Informe Espontáneo. Algunas lenguas expresaron que el asunto estaba ya negociado con Pedro Joaquín Coldwell, el presidente del PRI. “Mira, presidente, yo voy a declarar que esto y tú vas a responder con esto.” Yo no lo creo, ¿ustedes sí?

Quien esto escribe lo hace porque durante un buen tiempo, datos contundentes —que han sido mencionados en múltiples artículos que se pueden leer aquí mismo— han servido de sustento para mantener una postura que va más allá de ideologías o partidismos: se cuelga de la simple realidad, que es lo único que puede ser plenamente ético.

Recomiendo echarle un vistazo a la entrevista. Puede ser que sea visible desde el mismo sitio de Televisa. Es un asunto de trascendencia histórica y no debe dejar de ser visto con intensidad analítica y una mente abierta. A veces, ayuda al estado del ser saber que las cosas no están tan mal como en forma ya descontrolada nos quieren hacer creer.

 

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