Algunas reflexiones antes de las elecciones Yucatán 2007

El que esto les escribe es un hombre de 57 años. La misma edad de Xavier Abreu.

Yo estudié con Xavier desde el primer año de kínder y hasta terminar la prepa. Y, de nuevo en la carrera nos encontramos en la misma institución, ya que ambos nos fuimos a la Universidad Ibero-Americana (él a Administración de Empresas y yo a Sociología...)

De manera que conozco perfectamente bien quién es Xavier Abreu.

Y les puedo asegurar que no puedo entender por qué, cuando hemos tenido los más íntegros, bien administrados, bien aprovechados (cada peso en su lugar y jamás diciendo que "no da...") seis años de gobierno federal y de gobierno estatal, puede haber dudas mínimas de por quién se debe de votar.

Es un deber histórico hacer que Xavier Abreu gane arrolladoramente. El no hacerlo es actuar como rehenes de plumas especulativas, lanzadoras de rumores que pretenden presentar como factuales ideas deseadas por la actual oposición.

Jamás habían estado las cosas tan justas y equilibradas como lo están el día de hoy. Durante esos años en que sólo el PRI ganaba, la gente sólo oía lo que los del PRI dejaban que se oiga. Los reporteros de la gran mayoría -con nuestra local excepción- de los periódicos del país sólo obedecían a los jerarcas del tricolor y sólo escribían acerca de lo que le convenía al partido "oficial" y en la forma perfecta para no dejar dudas de que teníamos al mejor gobierno sobre la faz de la tierra.

Pero vino la época del desenmascaramiento. El que esto escribe supuso que el alto IQ de Salinas realmente haría imposible una crisis ¡y tuvimos la peor de todas al comenzar el sexenio de Zedillo! Salinas preparó un camino para continuar con autoritarismo y pretendió hacer del PAN un partido títere del PRI. Zedillo llegó y, para empezar, respetuosamente se retiró del poder de decidir qué se debe de imprimir de billete y cuándo. Pero lo más importante: Zedillo facilitó las cosas para una verdadera reforma electoral, en vez del atole con el dedo que Salinas quiso dar.

Salinas engañó a todo mundo, como lo seguirían haciendo si estuvieran en el poder. Zedillo dejó de mentirle a la nación, a pesar del partido que lo puso en el poder, y por eso es uno de los ex miembros más odiados, y quizás lo mejor que produjeron en los 71 años.

Patricio Patrón Laviada y su equipo encontraron una administración artesanal al llegar al gobierno. No había ni inventarios de activos fijos. Todo era un absoluto desorden. Así convenía a la manera de hacer las cosas que tenían. Por eso no le puede asustar a nadie que los dineros del estado y del municipio de Mérida hayan rendido como jamás antes rindieron durante estos 6 años de Patrón. ¿Quién con un poco de memoria se acuerda de las calles de Mérida previas al primero trienio de Ana Rosa Payán? Y las cosas bien hechas no se quedaron allá, sino que siguieron y siguen hasta el día de hoy.

Mucho de ese cambio se lo debemos los yucatecos y los meridanos a la prensa que ustedes ya conocen, que por razones que no logro comprender aún, de pronto se negó a dejar la imagen real de los gobiernos estatal y municipal, y se dedicó a provocar polémica. Probablemente haya llegado al punto de considerar que la gente debería ya de estar madura y no necesitar de conducción para ver con claridad la realidad.

Y eso no es justo, porque habiendo los gobiernos panistas hecho decenas de veces más bienestar en sus 6 años que en varias décadas del PRI, ¿por qué no hay certeza en la gente de ese progreso real? ¿Por qué les está dando trabajo ganar las elecciones? ¿Por qué Calderón por poco pierde en vez de haber arrollado?

Rumores y más rumores. Seguimos siendo la nación del chisme infundado y las especulaciones política mágicas. ¿Cómo es posible que alguien pueda tan siquiera sugerir que se haga una negociación bajo la mesa para ver quién gana en Yucatán? Esto es tan tonto como es estúpido, además de que está fuera de todo realismo histórico.

El PRI debería de tener vergüenza por no apoyar las legislaciones que saben que les convienen a México, pero las impiden con el objeto de que no se vean aún mejor los gobernantes panistas. Esto quiere decir que estas personas de la "oposición tricolor", parece que les importa más el triunfo electorero que el progreso de la nación mexicana.

Recuerdo que cuando el primer gobierno panista municipal comenzó a hacer obra como jamás se había visto antes, le enviaron a un notificador para pararle una obra al ayuntamiento de Payán Cervera. Estaban desesperados por ver cómo evitar que se notara clara y abiertamente la porquería que venían haciendo antes. La locura de parar las obras públicas necesarias para la ciudad era sólo uno de los subterfugios para tratar de engañar a la opinión pública haciéndole creer que no podían los panistas.

Pero los panistas han podido, y de no haber estado el PAN en el gobierno, quizás hoy seríamos un pueblo dándose de tumbos, con erarios saqueados y propaganda falsa por todos lados.

Nos hace falta ese PAN por lo menos 3 sexenios más. Puede ser que durante ese tiempo la gente del PRI también se haya panificado. Cuando eso suceda, entonces sí seleccionaremos entre ideas, porque sabremos que quienes las expresarán serán sinceros. Hoy aún no es así la cosa. No. Necesitamos orden administrativo y legalista al máximo. En unos 20 años, veremos qué ha pasado.

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