Solución fiscal en México

En México, como en otros lugares del mundo, pagar impuestos no es atractivo para nadie. Si la contribución fuera algo fijo, bajo, todo el mundo la haría gustoso. Por ejemplo, si se tratara de pagar el 5% sobre todo lo que facturas, sin mayor contabilidad que al momento de depositar en tu cuenta bancaria (única forma que sería legal de recibir pagos, sin importar el monto), el fisco tendría garantizado el ingreso del 5% sobre todo intercambio monetario que se genere entre la gente.


Lo importante es que la legislación impida cualquier excepción. De permitirla, ya sabemos lo que sucedería: una gran cantidad de gente se colgaría de esa excepción y de nuevo comenzaría la necesidad de fiscalizar a la entidad productiva para ver si no está haciendo uso de la excepción. Y después, claro, el costo de la discusión legal.

El intercambio comercial o de dinero entre entidades tendría una tasa fija del 5%. Todo pago que se le haga a un proveedor, provocará que el proveedor que lo recibe al instante se le considere como habiendo aportado un 5% de contribución fiscal, que jamás llegaría a la cuenta del receptor. También podría hacerse mediante obligación de pago por parte del pagador.

Sin embargo, la ley deberá de tratar las cosas de tal forma que ningún particular sea extensión de la entidad recaudadora nacional. Cuando el particular es el encargado de retener para después pagar, estamos hablando de un costo escondido y una posible coyuntura de errores y omisiones. Es decir, un costo más de vigilancia hacendaria y de atención de la entidad pagadora.

Tampoco debe de ser obligación de la entidad receptora. Es la cuenta de banco la que estará en forma automatizada configurada para que todo lo que entre, al instante sea recortado en un 5% que se considerará como contribución fiscal por parte del receptor. Este impuesto sustituirá el ISR. El IVA, impuesto al consumo, entre entidades productivas tendría también la inmediata aplicación a una cuenta especial, de la cual se consideraría que todo lo que se paga a otra entidad con RFC, está incluyendo el IVA que saldrá de la cuenta de IVA del pagador. Cuando la cuenta de IVA del pagador haya quedado agotada, el fondo del IVA quedará negativo, pero el retiro será de la cuenta regular.

Al fin de cada mes, cualquier cantidad que se encuentre positiva en la cuenta de IVA será retirada. De la misma forma, cualquier cantidad que se encuentre negativa, será dejada en CERO, colocando el fondo en la disponible del contribuyente.

Lo que no funciona en México es el intento de solicitar declaraciones espontáneas verdaderas al 100%.

Los famosos ambulantes no tendrían reparo en pagar ese 5%. De hecho, no podrían ambular con sus productos a menos que tuvieran el certificado que se expediría cuando éstos abran sus cuentas bancarias.

Ese 5% sobre todo ingreso por concepto de productos: venta o servicio, sería mucho más alto que lo que ahora se está cobrando. Por otra parte, las grandes empresas estarían pagando una cantidad mucho mayor que la hoy pagan, que es muchas veces nada, gracias a los arreglos fiscales legales que pueden siempre aplicar para evitar grandes pagos y usar ese dinero en reinversión.

Reinvertir no es negativo. De hecho, es tan positivo como pagar contribuciones fiscales. Si el gobierno del país garantiza que el uso del dinero será siempre en el sentido tal que generará más flujo y que más gente tendrá acceso a los productos y servicios ofrecidos, ésa sería la única forma de crecer.

El esquema que aquí se presenta requiere de Tecnología Informática integral a todos los niveles de la vida económica del país. Esto es menos costoso que un fisco raquítico, siempre con problemas, y un ciudadano siempre en peligro de estar violando alguna ley. Cancelemos ambas situaciones. Es la única forma de lograr un avance en esta materia.

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